miércoles, 7 de mayo de 2014

El Sacramento del matrimonio y Hogares Don Bosco



Hemos entrado de lleno, desde finales de abril, en el tiempo litúrgico más alegre y luminoso, llamado tiempo pascual, que a lo largo de cincuenta días nos traerá festividades asombrosas y llenas de luz, alegría, vida y esperanza, como se desprende del acto más importante y central para la vida espiritual de los cristianos: La Resurrección del Señor Jesús.

Y en este tiempo se celebran multitud de Primeras Comuniones, Bautismos, Confirmaciones y Matrimonios. Para la correcta recepción de todos estos Sacramentos antes se necesita una preparación remota y otra próxima, concretizadas en una serie de catequesis de duración variable, según la edad y formación que las personas que los han de recibir tengan o en su defecto, como pasa con el Bautismo, para los padrinos del neófito que ha de ser bautizado.

Para las Primeras Comuniones y Confesiones a los niños y niñas se les prepara con esmero y durante un largo periodo de tiempo, que abarca varios años. Igual sucede con las Confirmaciones de jóvenes, quizás con algo menos de tiempo y sesiones de catequesis. Pero lo que no puedo comprender muy bien es que para la preparación al Matrimonio Cristiano, con toda la carga de responsabilidad que la recepción de este Sacramento conlleva, además de formación necesaria para afrontar la nueva e inexplorada vida que a la pareja de novios se les presenta, la preparación digo para la recepción de este importantísimo Sacramento no comprendo que se reduzca a unos apretados Cursillos con charlas interesantes, impartidas en un fin de semana o en cinco sesiones diarias de algo más de una hora de duración, que es la experiencia que conozco y en la que participamos mi esposa y yo.

Es verdad que más vale eso que nada, se podría argumentar; pero para un hombre y una mujer que se comprometen por su fe a unirse para toda la vida por amor, para procrear y educar a unos hijos, para vivir en pareja su religiosidad, sus trabajos, sus anhelos, sus alegrías y sus penas, sus triunfos y sus fracasos, su salud y sus enfermedades, sus luchas y esfuerzos, en fin, para ser felices en esta vida y sobre todo en la otra, es decir para buscar de la mano, en pareja y con todos sus hijos, la salvación final, para esta pareja de novios cristianos, que busca y se compromete a todo lo enumerado, tiene que haber una buena preparación, con más tiempo, con una Catequesis prolongada antes de la celebración del Sacramento y culminada con más charlas y reuniones posteriores a la recepción del mismo. Catequesis, charlas y reuniones que la Iglesia les ofrece antes del Matrimonio en los Cursillos Prematrimoniales; después en reuniones de Grupos matrimoniales en distintos movimientos cristianos familiares. Entre ellos la Familia Salesiana tiene a los “Hogares D. Bosco”, un movimiento familiar cristiano y salesiano que surgió como iniciativa para la formación matrimonial y familiar de los Salesianos Cooperadores, allá por la década de los años sesenta en Cuenca, y que se han extendido por toda la España Salesiana, arraigando de un modo especial en nuestras tierras del Sur (antiguas Inspectorías de Córdoba y Sevilla), aunque también el Movimiento está bien representado en las antiguas Inspectorías de Madrid y Barcelona.

Hoy son muchos los Matrimonios que en nuestros Hogares D. Bosco, o en otros Movimientos Familiares Cristianos, continúan su formación humana, cristiana, matrimonial y familiar, como una garantía de permanencia en la convivencia familiar hasta la muerte y como una garantía de la unidad e indisolubilidad que el Sacramento requiere.

Vivimos tiempos difíciles para los matrimonios y para las familias; pero los cristianos y para los que nos llamamos Salesianos tenemos que seguir las instrucciones de nuestros Pastores, con el Papa Francisco a la cabeza, que conscientes de la importancia y trascendencia del matrimonio y de la familia, no cesan en sus intervenciones y directrices pastorales de animarnos e indicarnos el camino a seguir, conscientes de que esta primera célula de la Sociedad es la base de la convivencia en armonía, amor y paz para toda la Humanidad.

Desde Hogares D. Bosco, un Grupo más de la Familia Salesiana, os invitamos a que nos conozcáis un poco mejor y a que os unáis a los que ya formamos parte de ellos, para trabajar por nuestro Matrimonio en primer lugar y por los Matrimonios y Familias de nuestro entorno, que en resumidas cuentas es trabajar por los JÓVENES, parcela predilecta y primera de todos los que somos o nos sentimos SALESIANOS.


Encarnita Rodríguez y Fernando Gámez: Matrimonio 
Coordinador Inspectorial de HDB-Sevilla.-


Úbeda y Mayo de 2014.-

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